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15.6.09

Me dieron ganas de sentarme frente al pc y plantarme a escribir sin parar así como antes, como en lo viejos tiempos, en lo viejos no tan viejos así como en mis tiempos de liceo o preu... en comparación, el tiempo sobraba. Claro, con esa frase ud. podrá deducir que ahora no tengo tiempo, por lo tanto se preguntará: y qué hace escribiendo encontes?
Le explico. Transcurridos ya 3 meses de clases en la u [utem, por si no sabía], unos lonjisillos que NADIE auspicia, deciden hacer toma porque no les gusta el rector que ES PROBABLE QUE SALGA ELEGIDO. Estupido reclamar sin antes saber qué sucederá.
Bueno, alargaron y alargaron el asunto, salio elegido el rector y reclamaron más aún.
Hoy fui por primera vez a una asamblea. Dado que llevamos más de una semana sin clases, hoy quise ir a votar a favor de las clases. Ud pensará: ooh la mina chueca, no apoya las acciones de la u. Se equivoca. O sea no sé qué tanto se equivoca. En realidad no sé si apoyo o no.
La cosa es que la votación de hoy, la primera votación a la que asisto [y creo q la última] la encontré muy idiota: mire ud. que la "opción 1" era: CLASES sin dejar de trabajar en que el petitorio sea cumplido por el rector. "Opción 2": PARO sin dejar de trabajar en que el petitorio sea cumplido por el rector...
No le parece idiota? Si ambas opciones eran lo mismo, sólo que una con clases y otra con paro, si con ambas opciones significaba realizar lo mismo, si se lleva más de una semana en paro y no se ha conseguido nada... no era lo más lógico votar por que se siga trabajano en lo mismo pero sin perder más clases de las que ya se han perdido?.
Es el colmo que gente que se cree "universitaria" por ende "grandes" [llámese grande de 2º a 4º año :B] estén votando por paro o "toma de piso" [lo que encuentro más estúpido aún] queriendo reivindicar el nombre de la u... qué onda! dicen por ahí que "la universidad la hacen los estudiantes" y si hablamos de estudiantes que viven en paro por nada... qué universidad están formando!
No sé, a veces creo que, en este caso, los que votan por paro son puro flojos que quieren seguir aplazando y aplazando clases, entregas y cosas... no sé si todos, no hice una encuesta porqué votan por paro o por clases... pero miro a mis compañeros y nadie quiere porque nadie ha terminado tal trabajo, o no quieren ver a tal profesor y quieren seguir levantandose tarde.
A mi también me gusta levantarme tarde, aún no termino todos los trabajos, feliz no vería a ciertos profes, pero no por eso voy a votar a favor de un paro pa' seguir flojeando y haciendo nada y dejar todo igual pa' ultima hora.
Tal vez mi pensamiento no sea el correcto, pero creo que el de ellos tampoco. No creo que esa sea la mentalidad que se necesita en la u.
Cambiando de tema, pero dentro del mismo, le cuento que me ha ido bastante bien. No excelente, no tanto pa lucirme, pero me ha ido bien. De hecho, si el semestre se cerrara hoy, aprobaría todos los ramos. No lo encuentro tan difícil... es que uno cuando está en el colegio ve la u como una cosa tan lejana, como un paso tan grande, como un mundo tan nuevo... y no.
Todos llegan como uno, igual de pollos, igual de perdidos y con las mismas ganas y el mismo interés. Eso es bacán....
Uy! es que me han destacado por el oficio! cuando todo el mundo lo detesta, a mi me lo dicen en voz alta para que todos cachen xD... igual, en serio, nunca me ha gustado ser un ejemplo :$ [como cuando el profe de química me hacia mover mi lápiz como un átomo en el preu ¬¬] pero igual bacan pos, eso habla bien de una persona, que uno es limpio, dedicado, cuidadoso... punto a favor! jaja... algo que me favorezca. No sé, siempre me gustan los resultados de mis trabajos cuando los termino en casa y me creo el hoyo del queque (H) pero llego a la u y siempre los de mis compañeros son mejores... no me frustro! no me siento para nada incapaz pero pienso: porqué a mi no se me ocurre algo así primero? xD
Se supone que el diseño es simplicidad... a veces creo que mi pensamiento es demasiado simple... no, tal vez no simple, sino básico :/
En fin, nadie nace sabiendo, todo es cosa de práctica y conocimiento y para eso queda harto tiempo.
Y me planté a escribir jaja... sean felices, que no siempre me siento así =)
Churra... hace mal el msn, me puse a conversar y se fue la inspiración divina, cueck. Chao.

Mirá vos que me quiero hacer otro blog :B

14.6.09

Los nacidos en el año de la serpiente cuentan con el don de la sabiduría (H), pero tal como se entiende en Asia [:B]. Lo que significa que conocen la mejor manera de acomodarse al papel que les ha tocado jugar en la vida. Por lo general su aspecto físico resulta muy atractivo, sobre todo en los individuos del sexo femenino (H). En un plano muy amplio, su sentido de la discreción y la frialdad de ánimo consigue que no tengan grandes problemas económicos y , en el caso de soportarlos, encuentran la manera más rápida de solucionarlos. No obstante, muestran una peligrosa inclinación a ser egoístas y presuntuosos [:O]. Algo que no quita para que resulten románticos y encantadores. Tengamos en cuenta que en Japón y en Corea - la cuna de los Horóscopos Chinos- se suele decir a las mujeres, como un piropo, esta frase: "¡amor, eres una auténtica víbora!" [xD!]. También son personas intelectuales, filosóficas y cerebrales. Jamás prestarán dinero, pues son tacaños por naturaleza. Buscarán carreras y oficios que no les sometan a grandes riesgos, siguiendo una línea de pereza que ya han mostrado en la infancia [mentira ¬¬]. Y en el amor y en el sexo se mostrarán realmente como son: sabios, hermosos [xD] y dañinos. Dañinos porque su sentido de la posesión es total, lo que va unido a unos celos terribles [:O xD :B]. Podrían ser los protagonistas de las grandes tragedias orientales. La felicidad la encontrarán con las personas búfalos. Sin embargo, tendrían que huir despavoridos ante los tigres sino quieren ser devorados en el acto. Chán!

Llega, ah. xD.

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4.6.09

chúpense un ojo xD

Hilo de sangre.

20.2.09

Tan pronto como José Arcadio cerró la puerta del dormitorio, el estampido de un pistoletazo retumbó en la casa. Un hilo de sangre salió por debajo de la puerta, atravesó la sala, salió a la calle, siguió en un curso directo por los andenes disparejos, descendió escalinatas y subió pretiles, pasó de largo por la calle de los Turcos, dobló una esquina a la derecha y otra a la izquierda, volteó en ángulo recto frente a la casa de los Buendía, pasó por debajo de la puerta cerrada, atravesó la sala de visitas pegado a las paredes para no manchar los tapices, siguió por la otra sala, eludió en una curva amplia la mesa del comedor, avanzó por el corredor de las begonias y pasó sin ser visto por debajo de la silla de Amaranta que daba una lección de aritmética a Aureliano José, y se metió por el granero y apareció en la cocina donde Úrsula se disponía a partir trinta y seis huevos para el pan.
-¡Ave María Purísima!- gritó Úrsula.
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Siempre quise escribir esta parte, de hace tieeeempo... es que me gusta xD, es como cuando Santiago Nasar anda con las tripas afuera y sigue corriendo jajaja.

José Arcadio Buendía [muerte]


El coronel Aureliano Buendía disponía entonces de tiempo para enviar cada dos semanas un informe pormenorizado a Macondo. Pero solo una vez, casi ocho meses después de haberse ido, le escribió a Úrsula. Un emisario especial llevó a la casa un sobre lacrado, dentro del cual había un papel escrito con la caligrafía preciosista del coronel: Cuiden mucho a papá porque se va a morir. Úrsula se alarmó. "Si Aureliano lo dice, Aureliano lo sabe", dijo. Y pidió ayuda para llevar a José Arcadio Buendía a su dormitorio. No sólo era tan pesado como siempre, sino que en su prolongada estancia bajo el castaño había desarrollado la facultad de aumentar de peso voluntariamente, hasta el punto de que siete hombres no pudieron con él y tuvieron que llevarlo a rastras a la cama. Un tufo de hongos tiernos, de flor de palo, de antigua y reconcentrada intemperie impregnó el aire cuando empezó a respirarlo el viejo colosal macerado por el sol y la lluvia. Al día siguiente no amaneció en la cama. Después de buscarlo por todos los cuartos, Úrsula lo encontró otra vez bajo el castaño. Entonces lo amarraron a la cama. A pesar de su fuerza intacta, José Arcadio Buendía no estaba en condiciones de luchar. Todo le daba lo mismo. Si volvió al castaño no fue por su voluntad, sino por una costumbre del cuerpo. Úrsula lo atendía, le daba de comer, le llevaba noticias de Aureliano. Pero en realidad, la única persona con quien él podía tener contacto desde hacía mucho tiempo, era Prudencio Aguilar. Ya casi pulverizado por la profunda decrepitud de la muerte, Prudencio Aguilar iba dos veces al día a conversar con él. Hablaban de gallos. Se prometían establecer un criadero de animales magníficos, no tanto por disfrutar de unas victorias que entonces no les harían falta, sino por tener algo con qué distraerse en los tediosos domingos de la muerte. Era Prudencio Aguilar quien lo limpiaba, le daba de comer y le llevaba noticias espléndidas sobre un desconocido que se llamaba Aureliano y que era coronel en la guerra. Cuando estaba solo, José Arcadio Buendía se consolaba con el sueño de los cuartos infinitos. Soñaba que se levantaba de la cama, abría la puerta y entraba a otro cuarto igual, con la misma cama de hierro forjado, el mismo sillón de mimbre y el mismo cuadrito de la Virgen de los Remedios en la pared del fondo. De ese cuarto pasaba a otro exactamente igual, cuya puerta abría para pasar a otro exactamente igual, y luego a otro exactamente igual, hasta el infinito. Le gustaba irse de cuarto en cuarto como en una galería de espejos paralelos, hasta que Prudencio Aguilar le tocaba el hombro. Entonces regresaba de cuarto en cuarto, despertando hacia atás, recorriendo el camino inverso, y encontraba a Prudencio Aguilar en el cuarto de la realidad. Pero una noche, dos semanas después de que lo llevaron a la cama, Prudencio Aguilar le tocó el hombro en un cuarto intermedio, y él se quedó allí para siempre, creyendo que era el cuarto real. A la mañana siguiente Úrsula le llevaba el desayuno cuando vio acercarse un hombre por el corredor. Era pequeño y macizo, con un traje de paño negro y un sombrero también negro, enorme, hundido hasta los ojos taciturnos. "Dios mío", pensó Úrsula. "Hubiera jurado que era Melquíades". Era Cataure, el hermano de Visitación, que había abandonado la casa huyendo de la peste del insomnio, y de quien nunca se volvió a tener noticia. Visitación le preguntó por qué había vuelto, y él le contestó en su lengua solemne:
-He venido al sepelio del rey.
Entonces entraron al cuarto de José Arcadio Buendía, lo sacudieron con todas sus fuerzas, le gritaron al oído, le pusieron un espejo frente a las fosas nasales, pero no pudieron despertarlo. Poco después, cuando el carpintero le tomaba las medidas para el ataúd, vieron a través de la ventana que estaba cayendo una llovizna de minúsculas flores amarillas. Cayeron toda la noche sobre el pueblo en una tormenta silenciosa, y cubrieron los techos y atascaron las puertas, y sofocaron a los animales que durmieron a la intemperie. Tantas flores cayeron del cielo, que las calles amanecieron tapizadas de una colcha compacta, y tuvieron que despejarlas con palas y rastrillos para que pudiera pasar el entierro.

Analogía bella [y copiada].

4.2.09

una vez alguien dijo que la vida era como un gran teatro en que somos los actores.
Se abre el telon y nacemos, se cierra el telon y morimos... y dependiendo de como fue nuestra presentación, los aplausos...

José Arcadio Buendía

28.1.09

Pocas horas después, estragado por la vigilia, entró al taller de Aureliano y le preguntó: "¿Qué día es hoy?" Aureliano le contestó que era martes. "Eso mismo pensaba yo", dijo José Arcadio Buendía. "Pero de pronto me he dado cuenta que sigue siendo lunes, como ayer. Mira el cielo, mira las paredes, mira las begonias. También hoy es lunes". Acostumbrado a sus manías, Aureliano no le hizo caso. Al día siguiente, miércoles, José Arcadio Buendía volvió al taller. "Esto es un desastre -dijo-. Mira el aire, oye el zumbido del sol, igual que ayer y antier. También hoy es lunes". Esa noche, Pietro Crespi lo encontró en el corredor, llorando con el llantito sin gracia de los viejos, llorando por Prudencio Aguilar, por Melquíades, por los padres de Rebeca, por su papá y su mamá, por todos los que podía recordar y que entonces estaban solos en la muerte. Le regaló un oso de cuerda que caminaba en dos patas por un alambre, pero no consiguió distraerlo de su obsesión. Le preguntó qué había pasado con el proyecto que le expuso días antes, sobre la posibilidad de construir una máquina de péndulo que le sirviera al hombre para volar, y él contestó que era imposible porque el péndulo podía levantar cualquier cosa en el aire pero no podía levantarse a sí mismo. El jueves volvió a aprecer en el taller con un doloroso aspecto de tierra arrasada. "¡La máquina del tiempo se ha desompuesto -casi sollozó- y Úrsula y Amaranta tan lejos!" Aureliano lo reprendió como a un niño y él adoptó un aire sumiso. Pasó seis horas examinando las cosas, tratando de encontrar una diferencia en el aspecto que tuvieron el día anterior, pendiente de descubrir en ella algún cambio que revelara el transcurso del tiempo. Estuvo toda la noche en la cama con los ojos abiertos, llamando a Prudencio Aguilar, a Melquíades, a todos los muertos, para que fueran a comprartir su desazón. Pero nadie acudió. El viernes, antes de que se levantara nadie, volvió a vigilar la apariencia de la naturaleza, hasta que no tuvo la menor duda de que seguía siendo lunes. Entonces agarró la tranca de una puerta y con la violencia salvaje de su fuerza descomunal destrozó hasta convertirlos en polvo los aparatos de alquimia, el gabinete de daguerrotipia, el taller de orfebrería, gritando como un endemoniado en un idioma altisonante y fluido pero completamente incomprensible. Se disponía a terminar con el resto de la casa cuando Aureliano pidió ayuda a los vecinos. Se necesitaron diez hombres para tumbarlo, catorce para amarrarlo, veinte para arrastrarlo hasta el castaño del patio, donde lo dejaron atado, ladrando en lengua extraña y echando espumarajos verdes por la boca. Cuando llegaron Úrsula y Amaranta todavía estaba atado de pies y manos al tronco del castaño, empapado de lluvia y en un estado de inocencia total. Le hablaron, y él las miró sin reconocerlas y les dijo algo imcomprensible. Úrsula le soltó las muñecas y los tobillos, ulcerados por la presión de las sogas, y lo dejó amarrado solamente por la cintura. Más tarde le construyeron un cobertizo de palma para protegerlo del sol y la lluvia.
[Cien años de Soledad - GGM - Fragmentotriste]

Eneatipo 5

26.1.09

Personas que se retiran del mundo y viven en sus mentes. Pueden ser sabios, inteligentes y versados o abstractos, avaros y esquizoides.
Los Cincos, Seis y Sietes comparten un trasfondo común de miedo y forman otro trío. A diferencia de los Dos, Tres y Cuatros, los Cincos, Seis y Sietes no se confunden acerca de quiénes son ni cómo se sienten. Ellos, en lugar de eso, tienden a anticipar de manera inconsciente los peligros de la vida, y es habitual en ellos que reaccionen desde el fundamento emocional del miedo. Los Cincos, Seises y Sietes generalmente son pensadores quienes viven más en sus cabezas que en sus cuerpos. Se esfuerzan por tomar acción, afirmando sus voluntades y manejando la energía.Los miedos del Cinco son específicamente sociales; las personas con este estilo habitualmente se mantienen en guardia contra ser invadidos o engullidos por otros. Este es el estilo más explícitamente asocial del Eneagrama. Cuando los Cinco están a la defensiva, pueden retirarse y ponerse hostiles como una forma de manejar su hipersensibilidad a los demás. Generalmente temen las relaciones íntimas dado que estas pueden conducirlos a sentirse agobiados, sofocados o engentados.
Los Cincos viven en sus mentes, en contraste con los Cuatros que habitan sus imaginaciones emocionales. Las personas con este estilo tiene capacidades bien desarrolladas para analizar y sintetizar el conocimiento. Pueden ser perceptivos, sabios y objetivos, capaces de quedarse centrados y analíticos cuando alrededor suyo otros están desconcertados o aterrados.Los Cincos en su mejor estado normalmente mantienen un equilibrio entre actuar recíprocamente con el mundo y retirarse de él. Este estilo se asocia con frecuencia con la sabiduría y, a veces, al genio intelectual. Los Cincos sanos de manera activa ofrecen al mundo el fruto de su conocimiento, a menudo a través de la enseñanza y la escritura. Pero, sea lo que sea que realicen, los Cincos sanos buscan que su talento para aumentar conocimiento cuente para algo más allá de ellos. Los Cincos pueden ser idealistas y a veces contribuir valientemente al bienestar social.
Las personas sanas con este estilo también practican lo que los Budistas llaman el no-apego, una actitud caracterizada por una mezcla igual de desapego y compasión. Dentro de esta postura los Cincos puede jugar el juego de la vida sin apegarse demasiado a los resultados y, como amigos, pueden estar capacitados para entender tu punto de vista tanto como el suyo. Son simpáticos y de buen corazón lo mismo que capaces de ver los eventos desde una perspectiva distante y evitar ponerse personalmente perturbados.Cuando los Cincos son menos sanos, caen del no-apego en la disociación, el estado interno de separarse de los sentimientos. Pueden estar hiper-conscientes de las demandas del mundo, y aun así responder pasivamente retirándose. La mayoría de la gente externa ve la capacidad del Cinco de retirarse como un tipo de independencia. También es una defensa; los Cinco están creando un fuerte límite asocial para compensarse por ser demasiados sensibles en primer instancia.Partirse a sí mismos se vuelve entonces un hábito defensivo. La idea es: Si sólo pudiera aprender a vivir con menos, podría evitar la influencia ajena. Esto los lleva a una tendencia a acumular, para salvar lo poco que tienen con la idea de necesitar lo menos posible de los demás. Los Cincos pueden acumular tiempo, dinero, espacio, tierra, información o disponibilidad emocional. No importa lo que se acumula, el patrón es el mismo; los Cincos intentan protegerse contra la inundación apilando provisiones en alguna isla interna seca.
Los Cincos enfermos también permanecen distantes de sus propias emociones viviendo en un mundo de información e ideas. Sin embargo, cuanto más se dividen, mayormente luchan con sus sentimientos de vacío, soledad y necesidad compulsiva. Es como tratar de hablarte a ti mismo a causa de estar hambriento. En esta fase, un Cinco puede ser torpe para saber cómo se siente dado que logra alcanzar sus sentimientos sólo a través de una sucesión muy larga de pensamientos. Los Cincos enfermos rinden culto a los dioses de la razón e intentan mirar de lejos a sus propias emociones. Esto también puede convertirse en una actitud de superioridad / arrogancia hacia otras personas.
Cuando los Cincos están muy enfermos, pueden volverse esquizoides e imprevisibles, incluso como si las partes disociadas de ellos se dieran vuelta y se expresaran. Pueden proyectar un halo ausente, vagamente asustados o pueden ser manifiestamente asociales. Los Cincos pueden, por ejemplo, sentarse a lo largo de una fiesta y no hablar con nadie pero, más tarde, reportar haber tenido un buen momento. O podría ser que inconscientemente aparten a otros con un comentario burlón y despreciable y la agresión imprevisible. El hábito de disociarse de sus emociones puede llegar a desarrollarse tanto que los Cincos muy enfermos pueden perder contacto con la realidad, desarrollando fobias raras hacia objetos invisibles como los gérmenes, y ser propensos a las alucinaciones. Los episodios agresivos también son posibles, seguidos por explosiones de paranoia aguda.
Centro: Pensamiento
Pasión: Avaricia
Fijación: Mezquindad
Visión de sí mismo: "Yo sé más"
Estructura de temor (lo que evita): Vacío
Estructura de deseo: Sentirse lleno, saberlo todo
Trampa o justificación: Conocimiento
Otros descriptores: Retención, no dar, desapego, miedo a ser engullido, autonomía, evitación de la expresión de sentimientos, aplazamiento de la acción, excesiva reserva, orientación al conocimiento, sentimiento de vacío, culpa, fuerte superego, negativismo, hipersensibilidad