Cuando no creí parar
un, dos, tres segundos para existir,
cuatro, cinco, seis segundos que aprovechar.
Cuando no creí soñar
siete, ocho, nueve segundos para pensar,
diez, once, doce segundos que analizar.
Cuando no creí verme
trece, catorce, quince segundos para observar,
dieciséis, diecisiete, dieciocho segundos para mostrar.
Cuando no creí sentir
diecinueve, veinte, ventiún segundos para reír,
ventidos, ventitres, veinticuatro segundos para llorar.
Cuando no creí avanzar
veinticinco, ventiseis, veintisiete segundos para volar,
veintiocho, veintinueve, treinta segundos para escapar.
Cuando no creí extrañar
treinta y un, treinta y dos, treinta y tres segundos para perder,
treinta y cuatro, treinta y cinco, treinta y seis segundos para ganar.
Cuando no creí la realidad
treinta y siete, treinta y ocho, treinta y nueve segundos para aterrizar,
cuarenta, cuarenta y uno, cuarenta y dos segundo para acabar.
Cuando no creí en el tiempo
cuarenta y tres, cuarenta y cuatro, cuarenta y cinco segundos para,
cuarenta y seis, cuarenta y siente, cuarenta y ocho segundos para encontrar.
Cuando no creí en la amistad
cuarenta y nueve, cincuenta, cincuenta y un segundos para querer,
cincuenta y dos, cincuenta y tres, cincuenta y cuatro segundos para abrazar.
Cuando simplemente no creí
cincuenta y cinco, cincuenta y seis, cincuenta y siete segundos para entender,
cincuenta y ocho, cincuenta y nueve, sesenta segundos para vivir.
