de tu fino cuerpecillo
de niñita en este mundo
quién lo iba a pensar?
Querías correr y gritarlo.
Te dijeron que lo hicieras
pero no te iban a escuchar
porque les convenía ser sordos.
Censuraron tu verdad
la sociedad te tapó la boca
te puso un parche
puso su mano y te obligó tragar.
Pero tu no ibas a aceptarlo
mordiste la mano y vomitaste.
Ese vómito caliente, sangrante
que te ahogaba a cada instante.
El que hundió tu cuerpo frío
y lo hizo perderse en soledad.
Porque la sociedad no te escuchaba
la sociedad te perseguía
te obligaba a actuar.
Todos era actores
payasos de un circo eterno,
del circo que te quería dominar.
Pero no lo aceptaste
Quisiste ser espectador
lo dijiste y se enojaron
terminaste y te apuntaron.
Te juzgaron por sincera
porque les rompiste el paraíso
les abriste los ojos
porque hiciste bien al no escuchar
hiciste bien al no callar.