Gato por un rato.

13.2.08

Décimo tercer día del mes. Vigésima entrada del mismo. Más entradas que días, más de una por día. Recuerdo cuando me prometí a mi misma escribir mínimo una vez al mes, y miren, si sacamos cuentas voy haciendo casi dos diaras. Pero, para qué sacar cuentas, simplemente confíen en mi y en mis palabras, que tal vez no con muy dulces pero da igual, porque me carga la gente que escribe falsamente, buscando embellecerlo todo siendo que con eso se hace cada vez más hostigante la presencia, el sonido, la palabra.
Vine a escribir por un rato, mientras mi hermana se da una ducha y el gato se pasea frente a mi. El gato se posa en la ventana, toma viento y espera. No sé yo lo que espera, pero lo que sea aún no llega, porque de haber llegado ya no esperaría. Nadie sabe si llegará ni cuando, porque nadie sabe lo que es, tal vez es sólo que le gusta sentir el viento mientras sueña que vuela...o simplemente le gusta mirar a los vecinos sin entender los que estos hacen o dicen. En resumen, el gato mira por la ventana sin entender absolutamente nada, sólo vive en su presente, mientras yo lo recuerdo mirando por la ventana en mi pasado y puedo predecir que seguirá mirando en mi futuro.